Los selladores son cubiertas delgadas que se aplican en los dientes para protegerlos de las caries.
Son una forma rápida, fácil y libre de dolor de prevenir la mayoría de las caries.
Es preferible que se pongan desde niños (6 a 12 años) así se puede disminuir el riesgo de necesitar tratamientos invasivos como las amalgamas dentales o las coronas.
Si el paciente tiene selladores pero aún mala higiene o falta de cuidados, igual puede requerir otros tratamientos
Estos selladores pueden duran muchos años, también es posible cambiarlos.